vientos de alientos provocan que te eleves,
tantas historias, tantos recuerdos, tantos deseos fantasiosos,
acuden a mi mente cada vez que te veo...
Lagrimas en los ojos de niños pequeños,
abrazos de abuelos que te vieron crecer,
cada vez que haces realidad miles de sueños,
cuando un golpe certero infla la red...
Tormentos y terremotos que no pudieron,
que no pudieron evitar que tu gente te admira mas,
tanto sufrimiento a lo largo de la historia
destalla con un grito en el punto cardinal...
Y porque sos vos Huracan,
ese Rey de Parque Patricios,
cupido de los Barrios Porteños,
el que endulzo el paladar que hoy me hace cantar...
Y cada partido tus fieles acudimos al Palacio,
con la esperanza intacta y pasión por alentar,
los aplausos funcionan como preeliminar,
cuando bombos y platillos suenan en la popular...
Rivales con desprecio, otros con admiración,
presencian la fiesta en el Tomas A. Ducó,
cuando la Ringo Bonabena a fuerza de saltos y gritos,
vuelve a vibrar por vos...
Y el campo verde impaciente espera,
con su color esperanza que alguna vez te presto,
que el balón sobre él comience a rodar,
para que todas las gargantas se derritan al gritar tu gol...
Pablo Pozurama
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